lunes, 19 de abril de 2010

BUERGE, ENFERMEDAD DE

Características de la enfermedad  

La enfermedad de Buerger afecta a los vasos sanguíneos de manos, brazos, piernas y pies, haciendo que se hinchen (vasculitis) e impidiendo la circulación de la sangre (isquemia, un tipo de problema circulatorio). Afecta sobre todo a los varones asiáticos (japoneses, coreanos, chinos, habitantes del sudeste asiático, indios, turcos, habitantes de la Europa del Este, etc.) de edades comprendidas entre los 30 y 40 años. Las mujeres constituyen el 5% de los casos. Fumar está relacionado íntimamente con la aparición y el desarrollo de esta enfermedad. También puede aparecer en personas que no han fumado nunca, pero que en su mayoría podrían haber sido fumadores pasivos (respirando el humo exhalado por otros). Si el paciente deja de fumar inmediatamente después de habérsele diagnosticado la enfermedad de Buerger, la recuperación es muy rápida. Por tanto, en pacientes con esta enfermedad es absolutamente necesario dejar de fumar antes de comenzar el tratamiento. Cuando los vasos sanguíneos se han obstruido hasta el punto en el que aparecen síntomas de isquemia y la medicación tiene poco o ningún efecto, no queda más remedio que realizar un transplante de vasos para lograr una completa recuperación. Sin embargo, si el paciente continúa fumando, ningún tratamiento tendrá resultado. Aquellos que no pueden dejar de fumar no se curarán mediante el tratamiento y, con el tiempo, podrían sufrir amputaciones de las extremidades inferiores y de los dedos. En algunos casos aislados, podrían sufrir incluso la muerte, a causa de la coagulación de la carótida y de las arterias cervicales. En Japón, el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social la clasificó como una enfermedad grave, de modo que los gastos del tratamiento para los pacientes a los que se les diagnostica están cubiertos por el gobierno japonés.

¿Cómo se diagnostica?

Generalmente, puede sospecharse un caso de enfermedad de Buerger cuando un varón asiático de entre 30 y 40 años de edad que fume 20 o más cigarrillos al día presente los siguientes síntomas: sienta dolor y frío en los dedos de los pies y de las manos, aparezcan úlceras y gangrena, o cuando haya una claudicación intermitente en la pantorrilla y en las plantas de los pies. En estos casos, el paciente debe someterse a pruebas para varios tipos de problemas vasculares, incluyendo, por último, una arteriografía. Durante la misma, podemos reconocer algunas de las características de la enfermedad de Buerger . A lo largo de los vasos sanguíneos empieza a acumularse una pigmentación negra. Esto es también característico de una enfermedad llamada flebitis migratoria, que afecta a las venas de los brazos y las piernas. No se puede diagnosticar la enfermedad de Buerger si el paciente es diabético o tiene una elevada tensión arterial, o si se sospecha que pueda estar desarrollando arteriosclerosis de forma simultánea. Si, después de que el paciente sea sometido a reconocimiento por un especialista médico, éste concluye que la enfermedad es efectivamente la de Buerger, enviará los análisis pertinentes al Comité Prefectural local para la enfermedad de Buerger, para que quede registrada y reconocida como tal. Al recibir el reconocimiento oficial, se emitirá la acreditación necesaria que exime al paciente de cualquier coste relacionado con el tratamiento de su enfermedad. Esta exención debe renovarse una vez al año.

¿Cuál es el tratamiento?

Se sabe que fumar es la causa de muchas enfermedades, tales como la arteriosclerosis y el cáncer de pulmón, pero no existe otra dolencia que refleje de forma más directa y contundente las consecuencias de fumar, que la enfermedad de Buerger. Puesto que la progresión de los síntomas de la enfermedad y el fumar están ligados íntimamente, la presencia de este hábito se mide de forma objetiva antes de comenzar el tratamiento. Hay un modo muy sencillo de saber si el paciente fuma o no. Se toma una muestra de sangre venosa y se mide la concentración de monóxido de carbono en la hemoglobina. Si ésta es superior a 1%, el paciente se considera un fumador, y se suspende el tratamiento. Un cigarrillo puede contraer los vasos sanguíneos durante cerca de 20 minutos. La trombosis causada por el tabaco se extiende, empeorando el problema circulatorio. Los afectados por la enfermedad de Buerger afirman que fuman para aliviar el dolor, lo cual es completamente falso: fumar sólo acaba empeorando el dolor. Por otra parte, si el paciente es capaz de abstenerse de fumar, el tratamiento sí tendrá éxito. Las úlceras en los dedos de los pies producen un intenso dolor que a veces impiden al paciente dormir por las noches. Si el paciente se abstiene estrictamente de fumar y toma los vasodilatadores prescritos, el dolor desaparece tras un período de una a cuatro semanas, y las úlceras se curan también de forma natural. Si, después de varios meses, una vez curadas las úlceras completamente, el paciente comienza a fumar de nuevo, las úlceras reaparecerán. Los que repitan este padrón de dejar y volver a fumar, deberán someterse a tratamiento para las úlceras una y otra vez, hasta que vayan perdiendo los dedos de los pies . y, al final, pueden llegar a perderlos todos . Con los dedos de las manos ocurre lo mismo, con la excepción de que van volviéndose cada vez más cortos . Mientras que el paciente se abstenga de fumar, el problema circulatorio no irá a peor. Sin embargo, la recuperación no es completa, pues las arterias que se han obstruido no volverán a abrirse. Esta oclusión de las arterias seguirá causando una sensación de frío en las manos y en los dedos, y en las piernas, entre otras cosas, continuará un síntoma llamado claudicación intermitente. Con la claudicación intermitente, después de caminar una distancia corta queda una sensación de dolor tan intenso en la pantorrilla y en las plantas de los pies, que el paciente no puede seguir caminando y se ve forzado a detenerse a descansar antes de poder seguir. Caminar deprisa y subir escaleras se convierte en una tarea muy dura, lo cual supone un gran obstáculo para la vida diaria y para el trabajo, sobre todo para aquellos hombres en edad de trabajar. Algunos vasodilatadores pueden resultar eficaces en estos casos (por debajo de 30%), pero la mayoría no lo son, y la operación de bypass resulta imprescindible para curar la claudicación intermitente. Es más, la operación de bypass es absolutamente necesaria en casos donde el paciente se abstiene de fumar pero el dolor no desaparece y no le permite dormir, o cuando el grado de ulceración es tal que el tratamiento podría llevar un tiempo muy largo.

¿Cuáles son los efectos de una operación de bypass?

En el caso de la enfermedad de Buerger, mediante la operación de bypass se intenta curar sobre todo los problemas circulatorios en las piernas. Durante esta operación, parte de una vena superficial (la vena safena mayor: para más información se recomienda consultar el capítulo sobre el tratamiento de la arteriosclerosis oclusiva) se extrae y se transplanta a las arterias afectadas en los miembros inferiores. Algunas de las dificultades experimentadas en operaciones de bypass para curar la enfermedad de Buerger incluyen espasmos o contracciones en las arterias conectadas con el vaso transplantado, lo que estrecha enormemente los vasos ; una trombosis recurrente que conduce a una ?coexistencia? del implante con arterias que se encuentran inflamadas; o inflamación de las venas de las piernas (o de las extremidades superiores) que van a utilizarse para el transplante. En estos casos, diversas venas del cuello y del torso se unen y luego se implantan, lo cual constituye una operación bastante complicada. La operación de bypass también se puede realizar en las arterias de los talones y de las plantas de los pies . Si tiene éxito, el dolor cesará completamente y las ulceraciones se curarán. Algunas razones por las cuales el vaso transplantado podría obstruirse de nuevo: 1) en casos donde la operación no se realizó adecuadamente, 2) en casos donde se utilizó como implante una vena de mala calidad, 3) en pacientes que vuelven a fumar después de la operación. En el caso 1), éste es un factor muy importante para un resultado insatisfactorio tras someterse a la operación, que saldrá a la luz al comprobar el informe del cirujano. Es una posibilidad que no se debe descartar aun cuando el cirujano no tenga el informe. En el caso 2), la calidad de la vena de implante debe ser contrastada antes de la operación. En cuanto al punto 3), es el más difícil de confirmar, y sin embargo es la razón más común por la que el bypass queda bloqueado en la enfermedad de Buerger . Para que esta operación tenga éxito, y para conceder la vida más larga posible al vaso implantado, el paciente debe dejar de fumar definitivamente. Tras la operación, el paciente deberá someterse a examen cada tres meses para observar su evolución, y en cada una de esas visitas se analizará el nivel de monóxido de carbono en su hemoglobina, para confirmar si de verdad ha dejado de fumar. Una vez superados estos obstáculos, se puede garantizar la efectividad o desobstrucción de un injerto por bypass durante 20 años. Pasados 20 años, cuando el paciente alcance la edad en la que las arterias comiencen a endurecerse, el implante podría empezar a endurecerse también, por lo que será necesario realizar la operación de nuevo.

1 comentario:

  1. Me acaban de diagnosticar la enfermedad de Buerger, llevo 1 semana intentando dejar de fumar, tengo dos ulceras de 6 meses de evolución,estoy esperando a que me llamen para la colocación de un stent y yo mientras asi no puedo vivir, no duermo, estoy muy dolorido a ratos y solo tengo 20 años, muchas gracias por esta información y podéis dejar de lado este comentario pero por favor no dejeis de lado estas enfermedades raras que nunca se sabe cuando os puede tocar a ustedes.

    ÁNIMO PATRICIA!!

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SOY UNA MADRE QUE TIENE UNA HIJA CON ENFERMEDAD RARA Y LUCHO POR LOS DERECHOS DE MI HIJA Y SOBRE TODO POR EL DERECHO A UNA VIDA DIGNA. ESTOY ARTA DE QUE SEAN NIÑOS APARTADOS , POR LOS CUALES PARA LOS MEDICOS LA GRAN MAYORIA DE LAS VECES POR NO DECIR SIEMPRE , NI SE MOLESTAN EN AYUDARLES COMO DIOS MANDA , Y ESO ES INJUSTO.